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MOTOSIERRA AL TRANSPORTE PÚBLICO : En el Día del Ferrocarril Argentino los trenes sufren el ajuste y la posible privatización, menos frecuencias, demoras y cancelaciones.-

30 DE AGOSTO DE 2024 – La Ley Bases habilitó su concesión o venta. Mientras, los servicios diarios se siguen degradando con problemas de equipamiento e infraestructura. La emergencia no se cumple y las obras están paralizadas, a pesar de tener financiamiento internacional.

Quienes usualmente toman el Sarmiento, Mitre, Roca, San Martín o Belgrano, saben que en un instante un simple viaje puede convertirse en una peligrosa aventura. Demoras imprevistas, cancelaciones que devienen en caminatas sobre las vías,

Como si se tratara del mejor escenario para el gobierno nacional, que quiere reducir el Estado a su mínima expresión, el sistema ferroviario del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) atraviesa una política de ajuste y dejadez con un final anunciado: su privatización o concesión. Pasajeros, trabajadores y especialistas en transporte advierten los riesgos del desmantelamiento y la falta de obras en el servicio de trenes, que es utilizado por millones de usuarios a diario y se vuelve más demandado ante los aumentos sin freno de colectivos y subte.

Quienes usualmente toman el Sarmiento, Mitre, Roca, San Martín o Belgrano, saben que en un instante un simple viaje puede convertirse en una peligrosa aventura. Demoras imprevistas, cancelaciones que devienen en caminatas sobre las vías, y hasta trenes que por alguna extraña razón cambian de sentido. La problemática no es nueva. Pero en tiempos de desidia estatal se pronuncia.

Los trenes, en crisis.-

El 10 de mayo fue una bisagra. Aquella mañana dos formaciones del tren San Martín chocaron sobre el puente de Figueroa Alcorta y 90 personas fueron asistidas: 55 terminaron en el hospital. Recién ahí se hizo público que por el robo de cables, las señales automáticas no funcionaban y que la comunicación para que el tren pudiera avanzar, o no, era radial; a la vez que la autorización final la tenía que dar personal sobre las vías de manera presencial. Todo eso falló y el recuerdo de la «Tragedia de Once» erizó la piel.

A los tres días, el gobierno de Javier Milei anunció la emergencia ferroviaria, que finalmente fue publicada en el Boletín Oficial el 13 de junio, tras el voto de la Ley Bases que habilita las privatizaciones. Supuestamente se inyectaban $ 350 millones más al sistema. “Su implementación viene muy lenta. No empezaron las obras que se habían ventilado ni se destrabaron inversiones”, revela el licenciado en Ciencia Política, Galileo Vidoni, especializado en Política y Planificación de Transporte.

El investigador del Centro de Estudios Metropolitanos reconoce que tras el siniestro de mayo se avanzó “en activar el ATS, el sistema de seguridad de detención automática del tren sin intervención humana. El gobierno no puede tener otro accidente así. El ATS se venía instalando desde la época de Florencio Randazzo, lo continuó el macrismo y siguió muy lentamente en el gobierno anterior. Es que siempre había señales fuera de funcionamiento y hubo desinteligencias de capacitación con el gremio”.

El ATS hoy está presente en casi todos los recorridos pero por “problemas de arrastre” como falta de configuración, robo de cables o señales que no funcionan, termina por generar un deterioro aún mayor del servicio: los trenes frenan solos, las velocidades están limitadas en algunos tramos y hay retrasos. Esto impactó, por ejemplo, en la línea Sarmiento que empeoró sus frecuencias.

Entre marzo y abril empezó a suceder lo propio con la Mitre, con hasta media hora de demora en la frecuencia. Cancelaciones, retardos, falta de renovación de infraestructura sin reponer coches que se dan de baja, degradación de las condiciones de viaje y falta de previsibilidad para los pasajeros generan un combo explosivo. La situación recuerda a la época de la ex concesionaria TBA. Y otra reminiscencia a los ’90: un gobierno al que parece no importarle el empeoramiento del servicio, sino todo lo contrario: pareciera ser la mejor excusa para privatizarlo.

Falta de cuadros técnicos.-

Para José Barbero, docente del Instituto de Transporte de la Universidad Nacional de San Martín, “estamos en una situación realmente delicada”.  Tanto del sector privado como estatal, la gestión ferroviaria experimentó una pérdida importante de profesionalidad: “la administración central del Estado y las empresas públicas empezaron a estar cada vez más penetradas por la política en posiciones que uno pensaría que son evidentemente técnicas”, observa el especialista.

Y considera que “eso le quitó calidad operativa al esfuerzo de inversión que hizo el Estado en estos últimos años, porque se renovaron varias flotas y se han hecho mejoras en infraestructura, vías y sistemas de señalamiento de seguridad”.

Esa falta de cuadros técnicos se evidencia en la flota oportunamente renovada que está paralizada porque no se realizó un stock suficiente de los repuestos ni se aseguró la cadena de suministros en las revisiones periódicas de las formaciones. Se agregan los constantes cambios de nombres en las altas jerarquías debido a las internas oficiales.

Como toda obra pública en el país, los trabajos en el tren están paralizados. De acuerdo a la Asociación Civil para la Igualdad y la Justicia (ACIJ), previo a la emergencia ferroviaria, en los cuatro primeros meses del año Trenes Argentinos vio reducido su financiamiento para gastos operativos en un 60%: en Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF), la merma alcanzó el 92 por ciento. “El ajuste brutal en las partidas significó que lo que venía mal, empeoró”, grafica Vidoni.

Se frenaron tanto las obras propias del ferrocarril, ejemplo los puentes del Sarmiento, como otras más grandes con financiamiento internacional. Es el caso del viaducto del Belgrano Sur que extiende la línea hasta Constitución, o la electrificación del San Martín, que ya contaba con un crédito pero que sería redirigido. La renovación de las vías del Mitre o la parrilla de Retiro, también entraron en un limbo.

Historia: 

FERROCARRILES ARGENTINOS. Se celebra el Día de los Ferrocarriles Argentinos en conmemoración de la fecha de 1857 en la que comenzó en Buenos Aires el servicio de pasajeros del Ferrocarril del Oeste, el primero del país.

Día del Ferrocarril Argentino: por qué se celebra cada 30 de agosto

La locomotora “La Porteña” -fabricada en Gran Bretaña y veterana de la guerra de Crimea- fue transportada hasta Buenos Aires en el vapor Borland, según informó Clarín, atracando en el muelle porteño en la navidad de 1856.

Varios meses después, el 29 de agosto de 1857, la locomotora realizó su primer viaje, que duró aproximadamente 35 minutos, a una velocidad de entre 20 y 25 kilómetros por hora.

Así, hace 166 años, la locomotora “La Porteña” salió desde la estación del Parque, ubicada entre las calles Cerrito, Tucumán, Libertad y Viamonte. Viajó hasta Floresta, lo que actualmente se conoce como barrio de Flores. Este viaje, varios años después, dio origen a la línea Sarmiento.

La Locomotora “La Porteña”, fabricada en Gran Bretaña. (Museo Histórico de la Nación Argentina)
Locomotora «La Porteña». Se encuentra en el Complejo Museográfico Provincial «Enrique Udaondo», de Luján, Buenos Aires. (El ABC Rural)

Entre los pasajeros de ese primer viaje destacaban Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Valentín Alsina, Dalmacio Vélez Sarsfield y Pastor Obligado.

Si bien ese viaje inaugural se realizó el mediodía del sábado 29 de agosto, se toma el día 30 como “Día de los Ferrocarriles” ya que ese día quedaron oficialmente inauguradas las líneas férreas.

MOTOSIERRA A SUBSIDIOS EN LOS COLECTIVOS.

Segun un informerecibido desde la Comisiòn de Trasnporte el Senado  Nacional ,que se reunió en minoría ya que no hubo quorum.
Estaba presente el Pte del Consejo Federal de Transporte (cofetra) Marcelo Ferrari. Allí explico la problemática del transporte en el interior ya que en Enero el gobierno le corto el subsidio.
Las empresas están dejando de prestar servicios por falta de subsidios. En CABA nuclean el 40%
En enero disminuyeron los subsidios en CABA y luego el boleto se fue a $370 pero en el interior aumento mucho más.
En el NOA el pasaje sale $800, en Formosa $1050 en Tandil $913 en Pergamino $1400 en Córdoba, Rosario y Santa Fe $940 y en Cipolleti Rio Negro $1500 . Actualmente el AMBA recibe 70 mil millones y el interior cero pesos

Hay que tener en cuenta que el costo del sistema está dolarizado. El 60% es costo de la mano de obra de los chóferes qué las paritarias son nacionales y alcanzan al ínterior siendo el sueldo promedio de ellos en 1.5 millones
Piden subsidios ya sea a la oferta o la demanda pero hoy en día el interior no recibe nada y no es como dijo Franco Mogeta que dijo que subsidiaban a la demanda

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Sergio Stadius

Periodista en Gremios, Política. y Medios UBA - Ex jefe de Prensa del IRAM. Director Hurlingham en Movimiento y de Revista Líder.

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