LIBROS DE ACTUALIDAD: LAS PRIMERAS , de Gisela Marziotta – Editorial: Editorial Planeta
Aquellas que se animaron a soñar un destino diferente
Este libro reúne historias de mujeres que se propusieron conquistar vidas que no les estaban destinadas. Las mujeres de este libro se animaron a recorrer caminos sin contar con antecedentes ni red; se animaron a transitar senderos plagados de prejuicios, de comentarios desalentadores y hasta de malos augurios.
De la primera médica a la primera sindicalista, la primera jueza de la Corte Suprema Justicia de la Nación, la primera bioquímica, intendenta, futbolista o cineasta, estas mujeres comparten un tesón a toda prueba y un amor por la libertad que las hermana. Siguieron sus sueños y pagaron por ello, pero hoy se recortan como Las primeras: aquellas que se animaron a soñar un destino diferente y, al hacerlo, pavimentaron el camino que recorren las argentinas en la actualidad. Ellas son Las primeras, mujeres que hicieron historia:
Carmen Pujals – María Adela Caría – Irene Bernasconi
Elena Martínez Fontes – Carola Lorenzini – Jeanette Campbell
Eva Landeck – Nelly Noller – “Isabel” Perón – Juana Pasquini
Norma y Cachita – Mariela Muñoz – Aimé Painé – Elba Selva
Cecilia Braslavsky – Edith Pecorelli – Susana Stochero
María Isabel Pansa – Mariela Santamaría – Marina Cardelli
Macarena Sánchez – Julia Ballario
UN FRAGMENTO
Cecilia Grierson
(1859-1934)
Mujer de fuertes convicciones, tenaz y pionera en la lucha por los derechos de las mujeres . Con sus conquistas sacudió a una sociedad y marcó camino en una época donde las mujeres ni siquiera tenían espacio en las universidades . En el ámbito académico, se hizo lugar entre los hombres y un 2 de julio de 1889 marcó un hito en la historia argentina . Con 29 años, Cecilia Grierson se convirtió en la primera médica del país y la primera en
recibir un título universitario en Sudamérica .
Nació en Buenos Aires, el 22 de noviembre de 1859, y era la mayor de seis hermanos . Criada en el seno de una familia con un buen pasar económico y dedicada al trabajo agrícola, al poco tiempo se trasladó con su familia a Entre Ríos, donde sus padres tenían tierras . William Grierson, el abuelo de Cecilia, fue uno de los colonos escoceses que llegaron al país en el siglo XIX . Su madre era Jane Duffy, docente y de origen irlandés, y su padre era John Parish Robertson Grierson, formado en temas agropecuarios, quien se dedicó a los trabajos de estancia y a la cría de caballos de carrera en un campo que la familia tenía en Monte Grande, Entre Ríos . Además, amigo de Justo José de Urquiza, un político muy influyente en esa época .
Era apenas una niña de 11 años, cuando el asesinato de Justo José de Urquiza, en abril de 1870, originó una revolución que dañó severamente la economía de la familia de Cecilia . Al poco tiempo falleció su padre . Cecilia, junto a su madre, quedaron al cuidado de sus cinco hermanos .
De aquella estancia solo quedó una pequeña porción de campo, que la desolada viuda trataba de salvar . Cecilia, por entonces, ya resaltaba por su inteligencia (leía, escribía y hablaba varios idiomas); así, fue enviada por su madre a Buenos Aires, al hogar de un familiar . «La revolución en Entre Ríos, a raíz de la muerte de Urquiza,
había mermado la fortuna de mis padres, y fui llamada a su lado acompañada del indispensable piano para mi perfeccionamiento; pero preferí entregarme de lleno a la lectura de los muchos libros (todos en inglés) que constituían la rica biblioteca de mi casa…
Otra revolución, y por fin una tercera, nos encontró en el campo; huérfana de padre, mi madre se apresuró a enviarme a esta ciudad, quedando ella valerosamente con mis hermanos pequeños en ese medio lleno de peligros, para tratar de salvar con su presencia lo poco que ya quedaba de nuestra hacienda», contó Grierson .
Lejos de quedarse quieta, trabajó como institutriz para ayudar económicamente a su madre . Cursó estudios secundarios en la Escuela Normal, fue una de las primeras «normalistas» de Argentina y su título lo recibió de las manos de Domingo Sarmiento, pero al poco tiempo y una vez terminada la revolución, regresó al campo para ayudar económicamente a su madre . A los 13 años fundó una escuela rural, en la propia estancia de la familia, en la que ella enseñaba .
«Para conseguir este puesto tuve que alargar mis vestidos, pues en aquel entonces se juzgaba la edad y quizá los conocimientos por el largo de la pollera», contó Grierson sobre aquella experiencia .
Un detalle: si bien ella daba clases, como era menor de edad,
hizo figurar a su madre como directora . «Debido a mi corta edad, mi señora madre figuraría como directora y yo haría de maestra; así, desde 1873 fui directora y maestra durante tres años, transmitiendo los pocos conocimientos teóricos que poseía», afirmó .
Por ese entonces, en Argentina había un director de escuelas que ponía a la educación como prioridad: Domingo Faustino Sarmiento . Las escuelas brotaban a lo largo y a lo ancho del territorio y Cecilia, que ya había regresado a Buenos Aires, ingresó a la escuela Normal nº 1, fundada por Emma Nicolay de Caprile, donde se graduó del Magisterio en 1878 con tan solo 19 años . Poco después, se le encargó la dirección de una escuela mixta en Buenos Aires, en la parroquia de San Cristóbal .
Así como ocurrió con la muerte de su padre, que la obligó a crecer de golpe y a ayudar en la manutención de su familia, distintas referencias biográficas señalan que la enfermedad de una íntima amiga suya, Amalia Kenig, le cambió el rumbo académico .
Si bien en un momento pensó abocarse al estudio de las Ciencias Naturales, con 23 años decidió entrar a la Facultad de Medicina, para lo cual tuvo que presentar por escrito las razones por las que quería ingresar a un ámbito en el que encontrar a una mujer era impensado .
«Dos consideraciones me impulsaron a hacer este cambio: uno práctico y otro sentimental . Anhelaba dedicarme a otra carrera en que mi actividad no fuera aquilatada por horas . En mi época se requería resistencia para ser maestra; la escuela normal primitiva y muchas primarias funcionaban de 9 a .m . a 5 p .m ., con solo una hora de intervalo para el lunch . Yo, que siempre he puesto mis mayores energías en la labor a realizar, me sentía agotada cada día;
vislumbraba en la carrera de la medicina una profesión menos sometida a horario, al mismo tiempo que seguía mi inclinación por
el estudio de las ciencias naturales», explicaba Grierson .
4
«La otra consideración, hoy es la primera vez que la confieso:
tenía una amiga, distinguida condiscípula, noble espíritu, cuyo organismo se hallaba minado por una lenta enfermedad . Creía que
podría salvarla poseyendo los conocimientos necesarios, es decir,
siendo médica ¡Vana ilusión! Murió Amalia Kenig algunos años
después que obtuve el diploma anhelado», señaló .
5
Solo por el hecho de ser mujer enfrentó las burlas, el desprecio
y los prejuicios de compañeros y docentes, pero básicamente de un
sector conservador de la sociedad con fuerte concepción machista
Gisela Marziotta
Nació en 1975. Estudió periodismo en TEA y Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires. Hace veintinueve años que trabaja como periodista en medios de comunicación, tanto de gráfica, de radio como de televisión. Escribió varios libros, entre ellos Amores bajo fuego y Juan Perón, ese hombre (en colaboración con María Seoane). Actualmente es diputada nacional y coordinadora del observatorio Gente en Movimiento. Además, coordina las radios del Grupo Octubre: Aspen, Like, Mucha Radio, Blackie y AM750.