«Los muchachos de mi barrio » / Análisis.-
25 de Noviembre 2024.-Por Sergio Stadius.- Director.
Con Yamandú Orsi vuelve el Frente Amplio a la presidencia del Uruguay tras la derrota sufrida en el año 2019, después de que las elecciones del 27 de octubre lo posicionara como uno de los dos candidatos para la presidencia charrúa, con el 52,1% venció al 47,9 % del oficialista Álvaro Delgado. Poco después de las 21 horas el actual mandatario, Luis Lacalle Pou, reconoció la derrota y convocó a Orsi para que comenzarán a preparar el traspaso de mando entre los dos partidos.
Acompañado en la fórmula por la experimentada Carolina Cosse, ex ministra de Industria y Energía, senadora e intendenta de Montevideo como vicepresidenta electa. El electo presidente fue intendente de la ciudad de Canelones, y profesor de historia, y fue políticamente apadrinado por el ex mandatario José “Pepe” Mujica quien acompañó toda la campaña a pesar de su delicado estado de salud.
Yamandú Orsi asumirá su cargo el próximo 1º de marzo y permanecerá en funciones por los próximos cinco años, hasta el 2030. El presidente de 57 años, es el primer mandatario en décadas que surge políticamente del interior uruguayo y no del distrito de Montevideo que concentraron hasta ahora, desde uno u otro partido los electos presidentes del vecino país.
Recordemos también, que en el mes de marzo, y al mejor estilo de lo que suele suceder en la Argentina, se trató de descalificar a Orsi montando una falsa denuncia en donde una militante del Partido Nacional, a través de sus redes sociales, trató de difundir una denuncia donde una trabajadora sexual trans “le habría contado” sobre una supuesta agresión sucedida “hace unos años” y que solo se decidieron a difundir en plena campaña. (Cualquier parecido no sería coincidencia). La mentira no prendió entre los votantes.
En su primer discurso como presidente electo Orsi expresó :”Triunfa una vez más el país de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad” , Y en otro momento: “voy a ser el presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional para encontrar las mejores soluciones, escuchando muy bien lo que nos dicen los demás”.
Por su parte el presidente argentino, Javier Milei, muy lejos de la reciente verborragia de la que hizo gala fren te al triunfo de Trump, demostró su disgusto por el cambio de signo político en el Uruguay manteniendo un total silencio en sus redes sociales, cosa inusual en él y oficialmente, el país apenas se hizo eco del resultado del domingo en un leve comentario emanado desde la Cancillería. El presidente argentino se encuentra con que, salvando el caso de Santiago Peña en Paraguay, se va encontrando cada vez más solo en una región que lentamente va girando hacia un conjunto de gobiernos identificados con el progresismo de centro